La Butibamba
lunes, 5 de noviembre de 2018
LLEGA JÚLIA
jueves, 10 de diciembre de 2015
MAR, ARENA, ROCAS
Cuando ocurrió el ataque ya no estábamos allí, hacía un mes que nos habíamos marchado. La Buti nos había recibido en agosto con una sonrisa, como una amante fiel que espera pacientemente año tras año nuestra llegada. Un séquito de calles nuevas, limpitas y arregladas, como niños clones trajeados para la primera comunión, nos deslumbró a la llegada, asombrándonos: ¡no era posible tanta perfección!. Durante cuarenta días disfrutamos de la playa, tomando el sol por la mañana tumbados en la arena, contemplando la lejanía del mar por la tarde y asombrándonos de su negrura cuando el sol ya se había ido. Y bañándonos mañana y tarde.
sábado, 20 de septiembre de 2014
NUEVA SORPRESA
viernes, 7 de febrero de 2014
OTRO VERANO EN LA BUTI
jueves, 6 de junio de 2013
Adiós a José Luis Sampedro
Como homenaje al que ha sido un ilustre habitante invernal de la Buti, dejo dos magníficos artículos de Luz Sanchez-Mellado ("Polvo enamorado") y Juan Cruz ("Aquel amigo que silbaba"), publicados, juntamente con la fotografía, en El País el 10 de abril del 2013.
http://cultura.elpais.com/cultura/2013/04/09/actualidad/1365503327_145500.html
http://cultura.elpais.com/cultura/2013/04/09/actualidad/1365516831_911633.html
sábado, 24 de noviembre de 2012
El mismo mar, dos mares diferentes
Y en el paseo marítimo de la playa del Bogatell, observo cada día personas que pedalean, andan y corren en traje deportivo. Se mueven arriba y abajo, a derecha y a izquierda. Parece que no quieren parar, no sea que les caiga algo encima, ¿qué puede ser? La verdad es que hay tanto que esquivar: horizontes laborales sin futuro, recortes sanitarios despiadados (no se te ocurra ponerte enfermo), restricciones educativas (¡ay! del niño que necesite ayudas para el aprendizaje), hipotecas asfixiantes, mesías que aseguran la solución de todos los problemas invocando una palabra, dictadores encubiertos por mayorías parlamentarias, mares de banderas alienantes,... Y en medio de este batiburrillo de gente que va y viene, he encontrado un poema de Kirmen Uribe escrito en el suelo del paseo marítimo, que es un canto a la playa: "No sé elegir entre el Mar y la Tierra. Vivo felizmente en la línea que los une. En esta cinta negra que mueve el viento"

miércoles, 1 de febrero de 2012
Estrenamos nombres de las calles
sábado, 15 de octubre de 2011
Homenaje a la bolsa de playa
Desde entonces nos ha estado acompañando fielmente en la playa de la Buti, conteniendo las cremas, las gafas, las llaves de la casa, los juegos de los niños. Punto de referencia en la playa: “-buscar la chipionera”, compañera inseparable de la sombrilla, las zapatillas y las toallas, testigo mudo de confidencias, enfados y cotilleos diversos y de cómo nos hacíamos mayores a través de estos 30 años, durante los cuales no hemos faltado un solo año a nuestra cita con la ahora anciana bolsa de playa. Si hablara, más de uno reiría, o lloraría.
Le ha llegado la hora de la jubilación. Las arandelas se han oxidado, los cordones han envejecido. Han caído los complementos, pero su cuerpo de rafia se mantiene entero. Seguirá dando servicio guardando las toallas y los bañadores durante el invierno, esperando vernos el próximo verano. La vida de la playa era demasiado para ella, ha sido sustituida por una joven bolsa de material sintético, serigrafiado, lavable y funcional. ¡Son los tiempos!
miércoles, 12 de enero de 2011
José Luís Sampedro y la Buti
http://www.elpais.com/articulo/ultima/sistema/decadencia/historia/acaba/elpepiult/20101231elpepiult_2/Tes#despiece1
miércoles, 10 de noviembre de 2010
Diario de playa
Lunes
Hoy se me ha ocurrido escribir un diario de lo que hacen la Butiplaya y sus residentes. La Butiplaya es la playa de la Butibamba, tiene vida propia. Podría habérseme ocurrido cuando llegamos y no ahora cuando sólo falta una semana para marcharnos, pero no ha sido así, la playa marca su propio ritmo y las actividades de sus residentes.
Martes
Hoy un vendedor ambulante ha vendido un reloj de pulsera a una señora delante de nuestras toallas. Un joven africano con aspecto de titulado universitario por alguna universidad de Lagos o Dakar, trato educado y vistiendo con elegancia ropas de corte africano, pantalones holgados y blusón estampados del mismo color. Por la noche venderá relojes y bolsos de imitación en el Paseo de la Cala, bautizado pomposamente como Feria de Artesanía por el Ayuntamiento de Mijas. Con la venta del reloj y alguna cosa más durante la noche podrá pagarse la comida y el alojamiento del día. En unos años, si tiene suerte, podrá regularizar su situación en este país, trabajando como camarero, como albañil o en el campo. ¡Qué paradoja! En su país han derrochado el dinero para formarlo y en el nuestro despreciamos sus conocimientos.
Miércoles
Hoy hay oleaje y el mar ha invadido la playa, llegando hasta el Paseo Marítimo. En el rebufo, las olas arrastran toda la porquería depositada en la arena por sus habitantes, colillas, cremas y residuos varios, originando una lapa sobre el agua que imposibilita el baño en unas condiciones higiénicas garantizadas, así que nos toca pasear arriba y abajo por las tres playas: la del Torreón, la Butiplaya y el Bombo, leer y mirar hipnóticamente el oleaje, a la espera de que mañana el propio mar recomponga su estatus natural. Mientras tanto, soportamos estoicamente los niños que, con la bendición de sus padres, juegan al fútbol en la playa, a pesar del escaso espacio disponible. Hay padres que consideran que sus niños, en vacaciones pueden hacer lo que quieran, por encima de las normas básicas de convivencia y respeto entre humanos. ¿Sólo durante las vacaciones? Me quedo con la duda
Jueves
Hoy el mar ha vuelto a la calma y, como siempre ha dejado a nuestra disposición una tierra de nadie llamada playa. Es la frontera, no es tierra, no es mar. De un lado el Mediterráneo, el gran útero materno de nuestra civilización. Del otro lado, la tierra litoral con la sierra de Mijas al fondo. La tierra, vida y muerte. Y en la frontera los bañistas contrabandistas, transgresores de las normas que rigen nuestras actividades habituales. En la playa transgredimos el pudor. El mar es el desnudo integral, la tierra el vestido convencional, y en la frontera ni una cosa ni la otra. También se transgreden los usos comerciales. Todo se compra y se vende sin garantías. Los africanos venden relojes y bolsos, los marroquíes ropa, los sudamericanos abalorios y artesanía, los asiáticos masajes y los nativos pasteles. Los compradores regatean sistemáticamente, aunque no es lo habitual en la vida cotidiana.
Viernes
Hoy se acaba la tranquilidad, vuelven del trabajo los que no están de vacaciones y aparecen familiares a pasar el fin de semana. Proliferan las sombrillas, los periódicos en la playa (ABC, Marca, Mundo, La Razón y Córdoba mayoritariamente) los grupos familiares y las tertulias en la playa con discusión, cerveza y patatas fritas incluidas. El vecindario de la Buti se enriquece, profesionales liberales, funcionarios y funcionarias de cierto nivel, comerciantes y propietarios/propietarias agrícolas. Hay esposas acompañantes discretas, otras no tan discretas y otras con fortuna propia heredada administrada por sus maridos, no siempre acertadamente. El “Frente Pijo” se dispone a desplegar sus armas: bañadores, complementos (sombreros, pañuelos, gafas) y joyas, alineados en la orilla, como una avanzadilla del poder. Y el baño donde se hace pié, no vayamos más adentro, eso es para locos. Atención especial merecen los extranjeros británicos, alemanes y franceses. Se les reconoce porque toman el sol en las tumbonas de los chiringuitos, no sacan un pié de la toalla cuando se tumban en la arena y tienen un libro al lado que leen de vez en cuando. Ah! Y no suelen hablar mucho entre ellos ni en voz alta.
Sábado
Hoy, y mañana, aparecen los no residentes, que se convierten en mayoría durante el fin de semana. Conglomerados de sombrillas, pertenecientes a varias familias, no solo abuelos, padres e hijos, también primos, novios, cuñados y vecinos. Interesante la figura del vecino, que complementa el concepto universalista andaluz de la familia y que a veces llega a ser más importante que los parientes Y todo tipo de comodidades, sillas, mesas, tumbonas y neveras portátiles repletas de viandas y bebidas. Parece que quieran trasladar sus casas a la playa. En algunos casos, auténticos campamentos de jaimas (estructuras con cubiertas de telas para conseguir sombra). ¿Influencia bereber? Es el nomadismo festivo de fin de semana. La playa es una feria de tanta variedad humana.








